Decorando la caja
Cuba fue la primera en introducir la clásica caja de Habanos habilitada, a mediados del Siglo XIX, y hoy sigue siendo la más conocida forma de envasar los Habanos, aunque no es la única. A las originales decoraciones de la caja se les llama Habilitaciones. Cada etiqueta tiene su propio nombre, y todas se colocan a mano.
Algunas etiquetas se ponen antes de llenar la caja y otras se aplican con posterioridad.
Antes de cerrar la caja, siempre se produce un control de calidad realizado por el Revisador.
Sus ojos expertos verifican los colores y orden de los Habanos, la correcta ejecución del anillado, y fundamentalmente el aspecto de todos y cada uno de los Habanos de la caja.
Aquellos que no pasan el control de calidad se sitúan al revés, y se devuelve esa caja al Escogedor para que corrija la situación.
LA CUBIERTA
Es la parte superior de la caja. Normalmente incorpora la marca y logotipo impresos en una habilitación, muchas veces inspirados en los hierros que se marcaban directamente sobre la madera.
LA VISTA
Es una celebración pictórica de la marca, a menudo romántica y con mucho dorado y en relieve. Las Vistas presentan regularmente: medallas obtenidas por la marca, los antiguos escudos reales, imágenes históricas y comentarios sobre la marca.
EL FILETE
Es la franja decorativa que sella las uniones y bordes de la caja y esconde la bisagra de la tapa.
LA PAPELETA
Es un sello rectangular u oval colocado en el lado más corto de la caja.
EL BOFETÓN
Es una hoja de papel que se encuentra dentro de la caja. Está decorada y sirve para proteger los Habanos.
EL LARGUERO
Es el lado más largo de la caja, que a menudo lleva impresa la marca.
EL COSTERO
Es el lado más corto de la caja. Habitualmente indica la vitola de salida o nombre comercial del Habano.
EL TAPACLAVO
Es un sello fijado sobre el clavo que asegura la tapa de algunas cajas.